Las innovaciones en los materiales de construcción han provocado cambios importantes en la forma de construir y operar los edificios. Los avances en los tejidos de protección contra incendios, como los que se utilizan en las cortinas cortafuegos y las cortinas corta humo, ofrecen ahora a los arquitectos y a los especificadores mucha más libertad, lo que a su vez conduce a un diseño de edificios innovador y a la capacidad de ofrecer más espacios abiertos.

Las cortinas cortafuegos no son solo telas, sino que combinan varios materiales resistentes al fuego que forman una parte vital del sistema de protección contra incendios de un edificio. A continuación, se incluye un breve resumen:

Tejido ignífugo: es el núcleo de la cortina, que resiste al fuego y evita que se propague. Este tejido suele estar fabricado con materiales como fibra de vidrio, sílice amorfa o aramida (también conocida como kevlar), cada uno diseñado para soportar altas temperaturas.

Rieles guía: actúan como rieles, guiando la cortina a medida que desciende para garantizar que aterrice en la posición correcta.

Sistema de control: Es el cerebro de la cortina, controla su funcionamiento y normalmente está sincronizado con el sistema de alarma contra incendios del edificio.



Recuerde que las cortinas cortafuegos no son contraventanas cortafuegos . Ambas cumplen funciones diferentes en materia de seguridad contra incendios. Si desea obtener más información sobre las diferencias, lea nuestra publicación del blog sobre “contraventanas cortafuegos frente a cortinas cortafuegos” .